Las Categorías de Hegel

 

Categorías en Hegel

 Comento las categorías en Hegel usando el "Desde Hegel" de Carlos Pérez Soto

Voy a poner el indice. La idea es ir comentando las categorías, resumiendo lo que dice el profesor Carlos Pérez.


Introducción: Operaciones del Pensamiento

Los pensadores de la modernidad imaginaron el pensamiento como mero cálculo. El pensamiento se limitaba a registrar, comparar, asociar materiales (las ideas innatas o las impresiones, según racionalistas o empiristas), sólo por su forma, para reproducir el orden propio  de las cosas.

La operación del pensar se imaginaba como meramente sintáctica. Doscientos años después diríamos que el cerebro opera como un ordenador.

Kant fue el primero en atribuir de manera explícita y sistemática al pensamiento un operar más complejo que el mero cómputo. Aunque para él las operaciones del entendimiento sólo aportan formas, parece que esas formas tenían contenido semántico: sin ellas no era posible pensar un objeto. A las operaciones del pensamiento las llamó categorías.

Para la lógica aristotélica las categorías eran todas las maneras en que se podía predicar sobre algo, y permitían clasificar los tipos de juicios, que a su vez servían para ordenar la teoría del silogismo y así organizar el discurso.

Esta idea aristotélica de las categorías es compatible con la idea del pensar como cómputo y para todos los filósofos, Aristóteles, Tomas de Aquino ... hasta Christian Wolff, son meramente formales y discursivas.

Para Kant las categorías tienen una función epistemológica: sobre el ser mismo no sabemos nada, lo que podemos es establecer es bajo qué condiciones es posible saber algo, los objetos, cuya configuración es producida por el pensamiento cuando piensa. La epistemología pasa de investigar las condiciones empíricas que hacen posible el saber a investigar las condiciones lógico metafísicas que constituyen el fundamento del saber.

Las categorías kantianas son formas como en Aristóteles, pero formas en movimiento. Son un marco móvil que aporta formas que posibilitan que la variedad empírica indeterminada aparezca como objetos ante el entendimiento. La cosa dada, simple, autosuficiente, del sentido común es concebida ahora como objeto, es decir, algo que es para el entendimiento gracias a la acción del pensamiento. (No podemos saber si, además, la cosa es "en sí").

La idea kantiana de categoría, dinámica y epistemológica, es el punto de partida de este libro, en el que se las concibe como las condiciones que hacen posible lo pensado, e imposible lo que no cabe en ellas. La operación del pensar tiene contenido propio que establece a priori lo que podemos pensar y lo que no.

Las "ideas impensables" remiten a las siguientes distinciones: 

pensar,    imaginar (hacerse una imagen de algo),     representar (reproducir mentalmente algo)

conceptualizar (lograr una idea clara y distinta de algo).

Se dice que "no se pueden pensar las emociones" porque no se puede explicar con palabras (conceptos claros y distintos) un estado emotivo. Sin embargo en este libro se considera que los estados emotivos son también actividades del pensamiento porque conllevan operaciones mentales explicitables de las que se puede hablar. Interesan los procesos del pensamiento desde el punto de vista lógico y no psicológico.

Hay muchas cosas de las que se puede hacer una representación abstracta sin que se pueda hacer una imagen. Por ejemplo "cubo de cuatro dimensiones", o lo que los físicos actuales entienden por electrón. Aquí el pensamiento que interesa es el que abarcamos cuando decimos "formarse una idea de ... ", sea abstracta o imaginable.

Sin embargo para el pensamiento moderno la visualidad es un modelo del pensar. Aún con los conceptos más abstractos se intentan modelos visualizables e incluso gradaciones de modelos, desde los más inmediatos a los más alejados de lo visual. En este libro el pensar interesa en ese sentido no psicológico pero ligado culturalmente a la visualidad y se sostiene que es una actividad determinada internamente por una estructura de categorías.

Desde Kant muchos han tenido una idea semejante, en particular Michel Foucault en "las palabras y las cosas" donde llama episteme a las estructuras que ordenan el discurso generando la diferencia entre lo pensable y lo impensable.

Foucault, buen kantista, elude el ser sustantivo al que se refiere el discurso, que representa para él un esencialismo metafísico conducente al totalitarismo, al igual que toda consideración ontológica que le parece mala metafísica de índole totalitaria. Por eso elude tales cuestiones, no las trata ni critica formalmente, sino que da por obvia su refutación, hasta el punto de escribir como si su tratamiento directo no mereciera el menor comentario, salvo, a posteriori, mostrar que son engendros de una determinada episteme que, además, está en crisis terminal.

Rescatamos la idea hegelista de que las epistemes de Foucault (cuestión que pasó inadvertida para él) son entidades históricas, son propias de una época y son suceptibles de superación o reemplazo cuando cambian las condiciones sociales bajo las cuales tuvieron sentido, o que ellas mismas crearon.

La idea de "estructura de la operación de pensamiento" que se desarrolla en este libro es la de una epistemología radicalmente historicista y arraigada de manera sustantiva en un fundamento ontológico, una ontología historicista que proviene de Hegel y no de Kant ni de Foucault. Se trata de la interpretación ontológica que hizo Hegel de la idea de categoría formulada en las críticas de Kant.  En este libro las categorías se considerarán a la vez como operaciones del pensar y del ser. Son operaciones que tienen como trasfondo el hecho de que el pensar, que es social e histórico, hace al ser.

No sólo configuran el discurso, como en Foucault, no sòlo hacen posible al objeto, como en Kant, sino que propia y profundamente, hacen al ser. Es el ser el que es realmente y desde allí hay que arraigar toda reflexión





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